Ser padre

Siempre había querido ser padre, creo que desde que me convertí en uno desde que fui abandonado por el mío. Esa sensación de amar, dar y recibir, esa oportunidad única de enseñar y cuidar a otra persona, que va creciendo y se va moldeando con tu ejemplo, con tu ayuda, a tu semejanza me ha fascinado desde que soy un adulto.

Desde que ese deseo se convirtió en realidad, he descubierto miles de facetas desconocidas e inesperadas en este rol, único y fundamental en la sociedad y en la familia que es el del padre.

Mi amor por los niños, la fuerza de verte reflejado a través de los actos de tu hijo, el tamaño infinito de ese amor imposible de repetir y sus diferencias marcadas con el amor que le tengo a mi esposa.

Es muy singular este sentimiento, es una responsabilidad que no tiene fin, que me identifica y confronta con mis valores y principios, llena de altas y bajas, de cambios de todo tipo, la experiencia ultra sensorial que puede elevarte y al mismo tiempo tirarte por el suelo.

Ser padre me ha permitido aceptar la imperfección, lo que consideraba eran errores de crianza y comportamiento de mi padre, abriéndole espacio a la flexibilidad, la compasión y la autocompasión.

Ser padre me ha hecho entender mejor la vulnerabilidad de ser humano, de estar vivo, de lo bonita que es la vida compartida, el amor en una de sus máximas expresiones.

Que alegría que he tenido el coraje de ser todos los días un mejor hombre, una mejor persona, alguien que se ama y se acepta como es y así puede amar mejor al resto del mundo.

Navidades adelantadas

El sábado pasado después del ensayo con la coral, previo al concierto navideño que hacemos todos los años, nos fuimos en nuestro carrito americano a la casa del negro Rubén en Drumondville con el objetivo de compartir lo que él llamó desde el momento que llegamos: «su navidad adelantada».

Fue maravilloso encontrarnos sobre todo porque hicimos las cosas que nos gustan, esas que sólo hacemos en diciembre y que hemos hecho costumbre en nuestra casa. El negro nos recibió a sus anchas, con ese amor tan peculiar que te brinda la familia, mérito que ha ganado a punta de detalles de esos que sólo un hermano putativo (como dirían en mí querida Venezuela) puede tener con su familia más próxima. Había de todo, la casa estaba repleta de adornos, un arbolito lleno de regalos pero sobre todo «el exagerado» tenía una mesa completa de quesos varios, panes de distintos tipos, colores y sabores, bebidas de todos los tipos, es decir, de todo!!

Llegamos alrededor de las 2.00 pm a su casa, lo cual nos dejó tiempo suficiente para preparar pan de jamón, ensalada de gallina (de pollo disfrazado) y un pernil de cochino (es raro conseguir el corte de pernil por estos lares, a menos de que lo pidas expresamente).

Por supuesto, mientras cocinábamos picábamos aquí y allá, que sí un pancito con queso, que sí una cremita, que sí un chocolatico para hacer estómago, etc. Claro lo que no habíamos realizado era que al llegar los mosquera-párraga el señor Rubén nos serviría como primer plato, disque de entrada, un suculento chupe que dejaría la mesa servida a los recién preparados manjares típicos de la mesa navideña venezolana.

Algo que se podrán imaginar fácilmente es que alrededor de las 8 pm éramos unas bolas de nieve ambulantes, léase inmóviles momias literalmente repletas de comida luego de un banquete de reyes de los típicamente elaborados por nuestro hermano putativo.

La jornada estuvo deliciosa, recordamos muchas cosas, tradiciones familiares de cada uno, recordamos amigos comunes y particulares, reímos y reímos como siempre solemos hacerlo cuando estamos juntos y hasta el chance tuvimos de conocer a dos grandes amigos colombianos cosecha 2008 del Sr. Rubén, quienes culminaron la jornada con ese sabor costeño único, de los que vivimos en tierras calientes venezolanas y vecinas del territorio colombiano.

La jornada terminó tipo 2 y media de la madrugada, que divino la pasamos, que sabrosa es la navidad y que privilegio es compartirla con los amigos, que estando lejos de nuestros parientes de sangre, se han convertido en la familia canadiense, esa que nos cuida y nos brinda su amor en esta época tan hermosa del año.

A todos ustedes mi agradecimiento por su tiempo y por compartir conmigo un año memorable, para ustedes un abrazo amapuchao y la mejor de las navidades.

Feliz navidad a todos

Amigos canadienses

Amigos canadienses

La familia en un click ..

Anoche estuve en un sport-bar con unos compañeros del trabajo viendo uno de los juegos de hockey de las olimpíadas. La farra comenzó temprano, inmediatamente al finalizar la jornada laboral, pedimos unas cervezas mientras esperabamos al resto de la banda que nos acompañaría durante un buen rato, para compartir ahhhhh !!! y ohhhhhh !!! cada vez que  el equipo de Canadá estaba apunto de anotar y no lo lograba o en los momentos de recuperación del equipo de Suiza que hicieron temblar al equipo canadiense.

Disfrute bastante el rato, claro afinando el oído y poniendo a prueba mis avances en la comprensión del idioma y sus expresiones autóctonas, propias de la regíon de Quebec, sobre todo con el amigo Pierre, un cuasi hermano de Eric, quien sinceramente encendío esa máquina de disparar palabras en francés, quebeco además, pero a una velocidad que mis oídos y mis ojos, alcanzaban sólo a capturar en un porcentaje «pas si pire la» (aceptable en criollo quebeco) como dicen aquí.

Esa parte fue bien particular, sobre todo porque Eric y Pierre les encantan los deportes, así como comentarlos, pude constatar como se entienden y el placer que les dá compartir su afición al deporte. Mientras tanto, les confienzo que tuve que ir varias veces a comerciales, léase, yo mismo apagaba el sentido de la escucha porque simplemente no comprendía nada de algunos segmentos en los que se adentraban en lo más profundo de sus expresiones cotidianas, explicandome mejor, es como cuando uno de eso hermosos niños Margariteños (oriundos de la isla de Margarita en Venezuela) estando en Juan Griego, te dice para contarte la historia del fortín de la galera o lo mismo que sucede con los que a 1000 por hora te cuentan el poema de la loca luz caraballo en el páramo en Mérida.

En fín, para hacerles el cuento corto, llegando casi al final del partido de hockey me llega un mensaje al teléfono celular, era mi hermano quien tambien tiene blackberry como yo, preguntándome si estaba viendo el juego. Guao, que maravilla que estando a mas de 5000 km de distancia pudimos enviarnos mensajes de voz, con el audio en vivo de ambos lados de la conversación, que logramos comentar el juego casi como si estuviesemos sentados uno al lado del otro, que gusto como compartimos juntos el momento cuando en penales, Canadá le ganó a Suiza. Que chévere de verdad, tuve a mi hermano al alcance de un click, pudimos compartir el momento, que maravillas nos brinda la tecnología de esta era, la Internet y sus bondades únicas que nos permiten navegar en el tiempo, y trasladarnos cuasi físicamente alrededor del mundo, que especial y que afortunados los que podemos acceder a este tipo de tecnologías para estar más en contacto con nuestras familias a quienes adoramos y que extrañamos sobre todo en este tipo de ocasiones donde la vida cotidiana es la nota que da la canción.

Aquí les dejo una fotíco del fortín de la galera en Juan Griego estado Nueva Esparta, que encontré en otro blog venezolano que habla sólamente de esa zona del país.

Hasta el próximo blog.

El fortín de la galera, estado Nueva Esparta Isla de Margarita

El fortín de la galera, estado Nueva Esparta Isla de Margarita